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Claves para el manejo de las finanzas en pareja

[dropcap]E[/dropcap]l dinero es uno de los principales causantes de conflictos y hasta divorcios en las parejas; incluso en aquellas donde es abundante. Si queremos lograr una relación estable, sólida y duradera, tenemos que conversar sobre las finanzas y definir un plan juntos.

Tomar la decisión de convivir juntos o casarnos, supone que hemos tenido una etapa de noviazgo, de conocernos; este es el periodo ideal para conocer el comportamiento financiero o económico de nuestra pareja, lo que debería permitirnos conversar, ajustar y definir un plan juntos en pro del éxito de la relación y el desarrollo de ambos.

Según un estudio del American Institute of Certified Accountants, el dinero es el mayor causante de disputas y peleas en la relación con un 27%, seguido por los hijos en un lejano 2do. lugar con 16%.

El manejo del dinero y las finanzas, ¿unidas o separadas?

Una de las principales preguntas que surge al comenzar a definir el manejo de las finanzas en pareja es ¿Cómo debemos manejar el dinero? ¿Cómo un todo, o por separado?

Como en todo tema que involucra las relaciones humanas no existe UNA solución, una varita mágica. Al final lo importante es que el esquema que la pareja discuta y elija les funcione. Lo importante aquí es la conversación, la comunicación y el acuerdo.

Conozco parejas donde todo se maneja en conjunto, o bien una sola persona maneja el presupuesto total (ingresos, gastos, ahorro, etc.), así como parejas donde todo es manejado individualmente, siendo ambos casos exitosos de relaciones armoniosas. Lo importante aquí es que el esquema elegido haya sido discutido y consensuado.

Ahora bien, aunque cada pareja es diferente, existen ciertas recomendaciones o estrategias que pueden servir como punto de partida para la discusión y definición del esquema a implementar.

Lo nuestro, lo tuyo y lo mío.

“Lo nuestro, lo tuyo y lo mío” le llamo a una de las estrategias que me parece más acertada como punto de partida. Esta plantea un punto intermedio, ni todo junto, ni todo separado.

Para implementarlo lo primero que debemos hacer es determinar un presupuesto de gastos comunes, el mismo contendría inicialmente solo gastos como: Pago de vivienda, alimentación, electricidad, mantenimiento, teléfono de la casa, cable, etc. Existen otros gastos que entran en una “zona gris” donde tendrán que determinar si se incluyen en este presupuesto o no.

Estos gastos que llamo de “zona gris”, son los que podríamos no tener claro si pertenecen al presupuesto común de la casa o son personales. Por ej., celular, gasolina, gastos de vehículos, entre otros. Estos gastos podrían variar bastante y mayormente están en total control de cada uno.

Por ejemplo, una persona en la pareja podría requerir un plan de servicio telefónico celular con una gran cantidad de minutos, ya sea por su estilo de vida o por qué su trabajo lo requiere. En ese sentido la otra persona podría sentir que no es justo que se incluya dicho gasto en el presupuesto común. De Igual forma podría ocurrir con el préstamo del vehículo, gastos de gasolina y mantenimiento (seguro, taller, etc.). En definitiva, para cada uno de estos gastos tendrán que decidir si se incluyen en el presupuesto de gastos común o no.

Una vez determinado qué irá en el presupuesto común se acordaría cuánto cada uno aportaría para pagar los gastos comunes. Podría acordarse que dicho monto será depositado en una cuenta en común (mancomunada o y/o) en días específicos del mes, de forma que se disponga del efectivo necesario para cubrir dichos gastos en el momento oportuno.

Con este esquema, a cada uno en la pareja debería quedarle cierto monto de sus ingresos para cubrir sus gastos individuales, permitiéndole mantener cierta autonomía y discrecionalidad sin remordimientos o sentimientos de culpa.

En el artículo «Cómo distribuir de forma justa los gastos en la pareja» encontrarán un método que podría ayudarles en el proceso de definir cuánto debería aportar cada uno al presupuesto de gastos comunes.

No olvidemos las metas, el ahorro y la inversión

El siguiente paso sería definir y acordar las metas financieras comunes. Aquí entrarían objetivos como: crear un fondo de emergencias, adquirir una vivienda, prepararse para la llegada de los hijos, vacaciones, el retiro, etc.

[su_pullquote align=»right»]El discutir y acordar estas metas es una herramienta poderosa para lograr comprometer a cada uno con esa visión y plan de vida en pareja.[/su_pullquote]

Una vez determinadas las metas, debería definirse el monto de ahorro mensual requerido para las mismas, y agregarlas al presupuesto en común, de forma que cada uno aporte al mismo regularmente.

¿Qué hay con los derrochadores?

En algunos casos una persona en la pareja se queja de que la otra es derrochadora, o compradora compulsiva, y se pregunta cómo lograr controlarlo. Las estrategias para lidiar con esto dependerán de la severidad del caso.

Muchas veces, solo con definir un presupuesto en común y comprometer a la persona con su responsabilidad para dicho presupuesto es suficiente. Claro, siempre dejando ese monto discrecional que indicamos con el cuál pueda sentirse libre al utilizarlo sin remordimiento. Al mismo tiempo la otra persona deberá respetar dicha autonomía sin cuestionarla.

Otros casos más severos quizás requieran controlar los gastos con medios de pagos como tarjetas de crédito o débito, u otros productos, con montos limitados, que no permitan que la persona consuma más de lo debido.

Las deudas en la pareja

Es importante que ambos sean conscientes que asumir deudas de forma individual podría afectar el presupuesto común, por lo que es necesario que se comuniquen y definan en conjunto antes de ser asumidas.

En dicha conversación se deberá determinar si el pago del nuevo compromiso entrará en el presupuesto común de gastos (el caso por ej. De un préstamo de una vivienda) o si bien se entiende que es un gasto discrecional de uno en la pareja, en dicho caso quizás tendrá que ser asumido por esta persona con el dinero discrecional que le quedará luego de realizar sus aportes al presupuesto común.

El mismo trato podría darse a deudas asumidas antes de convivir juntos. Es decir, determinar si el compromiso pertenecerá al presupuesto común o no. Por ejemplo, si la deuda es de un bien o activo que será aportado a la relación (Por ej. Una vivienda), pues lo recomendable es que el mismo entre en el presupuesto en común y ser asumido por ambos.

6 claves para el manejo exitoso de las finanzas de pareja

Podríamos resumir estas recomendaciones en las siguientes 6 claves para el manejo exitoso de las finanzas de pareja:

1. Comunicación, comunicación, comunicación.

Cómo todo en las relaciones de pareja, lo primero y más importante es la comunicación. Si deseamos tener una relación sólida y estable, será necesario conversar sobre el aspecto económico y financiero.

2. Reconocer que vida en pareja implicará ajustes

Es importante que ambos estén conscientes de que la vida en pareja requerirá ajustes y cambios a los patrones de consumo de cada uno, pero que bien manejados y consensuados permitirán que puedan disfrutar de una experiencia de crecimiento y plenitud como pareja.

3. Definir un presupuesto y plan financiero común.

Esto será la base de todas las decisiones financieras que se tomarán como pareja. El definirlo juntos permitirá el compromiso de cada uno, evitando conflictos.

4. Reservar dinero para autonomía de cada uno.

La definición del presupuesto común debe considerar dejar a cada uno cierto monto de dinero discrecional, lo que permitirá mantener cierta autonomía y libertad, pudiendo consumirlo o utilizarlo sin remordimiento y sobre todo sin ser cuestionado por el otro.

5. Definir metas de pareja

Debemos recordar la necesidad de definir metas en conjunto para la vida en pareja, estas deben incluir: creación de fondo de emergencia (disponer de 4 a 6 meses de gastos mensuales), vacaciones, retiro, adquisición de vivienda, inversiones, etc.

Para estas debe definirse el monto a reservar mensualmente e incluirse dentro del presupuesto de gastos comunes indicado en el punto 3, a fin de que ambos aporten a las mismas regularmente.

6. Seguimiento regular del presupuesto

Es importante saber que la planificación y el manejo de las finanzas no es algo puntual; es algo que debemos hacer regularmente, verificar nuestro progreso y realizar ajustes. Por esto es importante tener sesiones regulares de seguimiento del presupuesto y las metas. En algunos casos 1 vez por mes será suficiente. Sin embargo, recomendaría 2 veces al mes, una a mitad del mes para ver cómo vamos y otra al final del mismo para cerrar dicho mes y planificar el siguiente.


RAMON LIRANZO

Email: rliranzo@YoPuedoInvertir.com
Twitter: @YoPuedoInvertir
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